|
ANTES DE SALIR |
Ayúdame a estar muy atento
para reconocerte en seguida en la persona del sacerdote,
a escuchar con provecho tu Palabra,
a alimentarme dignamente con tu Cuerpo y tu Sangre,
y a reconocerte presente
en medio de la asamblea de los hermanos.
Ayúdame a servir a tu altar como tú mereces,
a hacerlo todo con diligencia y eficacia,
y, sobre todo, a hacerlo por tu amor.
Sí, que todo mi actuar sea, Señor,
expresión del amor con el que quiero amarte,
puesto que sólo en ti encuentro la paz y la alegría.
Ayúdame, Madre de Dios y madre mía,
tú que nos dijiste a todos: "Haced lo que él os diga".
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario